"No hay perdiz en el menú"

Un espectáculo escrito y dirigido por Blanca Suñén, con música original de Vengo Toco y Me Voy y producción de Dale que Dale Teatro.

¿Qué pasaría si la Bella Durmiente jamás hubiera podido superar su miedo a las agujas?
¿Si Blancanieves se viera acosada noche y día por manzanas asesinas?
¿Y si la Cenicienta sufriera constantes dolores en sus martirizados pies?
¡Pues que clamarían venganza! ¡¡¡VENGANZA!!!
¿Venganza o justicia? Todo depende del color con qué se mire la cuestión.
Cuando lo que se desea es poder vivir sin que un reloj te convierta en su esclava, 
echarte un sueñecito dónde y cuándo te venga en gana,
sentir el placer de mirarte al espejo sin remordimientos,
hay que tomar una determinación.
¡Bye, bye, princesitas! 




Fueron Blancanieves, Cenicienta, Bella Durmiente... hasta que dijeron ¡NO!.  Ahora son La Zeni, La Alien y La Floja: unas peligrosas forajidas dedicadas a raptar princesas y príncipes azules. Convertidos en metáfora de nuestra sociedad, estos personajes batallarán de principio a fin por empezar a escribir su propia historia: princesas que ya no creen en los cuentos sino mujeres libres en busca de su propia felicidad. Una sátira musical con argumento de misterio, bailes y canciones a ritmo de copla, zarzuela, hip-hop o jazz, pero sobre todo mucho humor (negro) son los ingredientes que conducen al espectador a lo largo de una historia tan disparatada como emotiva.


 “No hay perdiz en el menú” es un cuento en el que princesas, príncipes, madrastras, hermanastras, hadas madrinas, seres encantados y desencantados... se enfrentarán a la necesidad de destruirse a sí mismos para poder vivir una vida propia.
Convertidos en metáfora de nuestra sociedad, y desde el interior del más profundo y legendario humor negro español, estos personajes batallarán de principio a fin por dejar de lado los cuentos y empezar a escribir su propia historia. Un argumento de thriller, misterios truculentos, bailes y canciones de los más diversos estilos, pero sobre todo mucho humor son los ingredientes que conducen al espectador a lo largo de una historia tan disparatada como emotiva.
Princesas que no tienen ningún interés en ser felices y comer perdices al lado de un príncipe azul. Que no desean ser madres y reinas de un país que jamás les permitirá ser lo que realmente quieren ser: mujeres libres en busca de su propia felicidad.
Aunque bueno, para ser sinceros, no todas ellas tienen tan claro este último deseo. Ser princesa, en algunos casos, se convierte en una auténtica adicción.
Dedicado a los hombres que, sin pretender ser príncipes azules,
se convierten en los reyes de nuestras vidas.


Señoras y señores: esto es una comedia

por Blanca Suñén
  Las historias de príncipes y princesas tienen más de relato de terror que de fábula amorosa.
  Y eso es porque las pobres muchachas que protagonizan tales historias no encuentran como recompensa a sus sufrimientos sin par más que una boda rápida con ambiciosos desconocidos. Los motivos de tales bodas con aventureros de alta alcurnia son de lo más peregrinos: perder un zapato, quedarse dormida, ser más guapa que la madrastra, dejarse envenenar por una vendedora de manzanas... A las pobres ingenuas nadie les pregunta nada. Debe ser por eso que los argumentos acaban en ese preciso momento, en el instante en el que el bello desconocido deposita en sus boquitas de rosa un beso ¿de amor?
¿Qué puede saber de amor una criatura inocente y celestial que no ha hecho otra cosa que sufrir repetidas humillaciones y constantes intentos de asesinato? ¿Qué puede saber de la vida una mujer a quien jamás se le ha dado la oportunidad de ser dueña de su propia existencia?
Démosles pues esa oportunidad a nuestras princesas. ¡Qué vivan como realmente deseen hacerlo! Bueno, sí, tal vez se han pasado un poquito. Quizá el extremo en el que se han situado sea tan opuesto a lo que se esperaba de ellas que más de uno las tache de trastornadas, de emocionalmente inestables, de utópicas revolucionarias. En fin, las perfectas protagonistas para una comedia. ¡Pero es que esta vida es una comedia y ellas quieren vivir por encima de todo!
  Nuestra obra busca esa absoluta precisión en la que vive y bebe la comedia. Una fábula que muestre como unos personajes que están mucho más allá de la vida cotidiana pueden involucrarse en ella y sacar de tan hermosa relación las chispas que enciendan la llama de la inteligencia emocional de sus espectadores. Nada más y nada menos.